miércoles, 15 de agosto de 2007

SEMANA MUNDIAL DEL AGUA.

En esta edición, el tema es "Perspectivas y progresos sobre el agua: la lucha por el desarrollo sostenible en un mundo cambiante".
En Estocolmo se reúnen 2400 investigadores de 130 países, el 40% pertenecen a países en desarrollo, y durante 8 días debatirán sobre cómo administrar mejor los recursos hídricos tanto en los ecosistemas como en la alimentación y cómo preservar este líquido vital.
En la inauguración, el primer ministro sueco, Sr. John Fredrik Reinfeldt hizo presente que mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, y 2600 millones viven sin desagües de aguas servidas. En sudamérica un 35 % de la población no tiene agua en su vivienda.
Teniendo en cuenta estas cifras, los países desarrollados deben esforzarse para que todos los habitantes de nuestro planeta puedan acceder a este recurso natural y concienciar a China y a EEUU para que también se comprometan con acciones contra el calentamiento global.

lunes, 13 de agosto de 2007

SE REPITE LA HISTORIA.

Flavia Liberona, Coordinadora Nacional Ecosistemas


La semana antepasada la Presidenta asistió a la inauguración de la central hidroeléctrica de pasada Quilleco en la región del Bio Bio, de propiedad de la empresa Colbún, la misma que junto con Endesa España pretenden construir cuatro megacentrales hidroeléctricas en Aysén. Con su participación en este acto, la mandataria dio una señal sobre la importancia que tiene la incorporación de proyectos de bajo impacto a la matriz energética nacional. Lamentablemente, fue también la ocasión escogida por el ministro de Energía, Marcelo Tokman, para avalar políticamente a la misma empresa Colbún en su proyecto de mega represas. Esto equivale a dar un paso adelante y dos hacia atrás: por una parte se promueve la incorporación de las energías renovables no convencionales a la matriz energética y, por otra, se valida grandes proyectos de inversión que no benefician a la mayoría de los chilenos. ¡Otra vez se repite la historia! Esto ya lo vivimos en el gobierno de Frei con la llegada del gas natural a Santiago, en el gobierno de Lagos con la incorporación del petcoke como combustible y tan sólo hace un mes con el curioso procedimiento que utilizó Conama para autorizar la construcción de la planta de respaldo de gas propano en la comuna de Peñalolén. Cada vez resulta más evidente la poca capacidad que tienen los gobiernos de turno para hacer una planificación de largo plazo en materia energética, incompetencia que es aprovechada por los grandes conglomerados empresariales para imponer sus proyectos y su agenda. Es lamentable observar cómo, ante su propia escasa capacidad de gestión, los personeros públicos ceden a las presiones del sector privado y avalan iniciativas que ni siquiera han sido formuladas como proyecto, y mucho menos evaluadas ambientalmente. Lo peor es que estos funcionarios públicos saben que incluso, si logran materializarse esas iniciativas, probablemente no solucionarán el problema energético a largo plazo y que, en cambio, traerán grandes costos sociales y ambientales. Atrás quedaron las promesas de la candidatura presidencial y el programa de gobierno de Michelle Bachelet. Se confirma que los programas de gobierno no se elaboran para ser cumplidos, sino que sólo sirven para ganar la elección. En el gobierno ya nadie se acuerda de algunas de las frases que quedaron consignadas en el programa de la presidenta, en las que se señala: "condicionaremos la aprobación de proyectos hidráulicos de gran escala a los resultados de la Estrategia Nacional de Cuencas, con el objetivo de mitigar los impactos ambientales del crecimiento de esta fuente energética convencional". Por ahora, de la Estrategia Nacional de Cuencas poco se sabe y parece haber quedado relegada al olvido, únicamente a la elaboración de un documento que servirá de testimonio para decir que "algo se hizo", pero que evidentemente ya no tiene ni tendrá la relevancia que se le pretendió dar en el programa de gobierno. Más allá de las promesas electorales incumplidas y de la desesperación ante la crisis energética, todos sabemos que es necesario encontrar pronto soluciones. Pero es igualmente fundamental que éstas no se salten la legalidad vigente; no es posible que antes de conseguir las necesarias autorizaciones ambientales, estos proyectos de dudosa efectividad sean avalados políticamente. Las declaraciones del Ministro Tokman son muy graves, pues los funcionarios públicos que de él dependen son los que deberán evaluar técnicamente los proyectos de Aysén ¿Qué capacidad de evaluación técnica independiente se puede esperar por parte de un funcionario público en esta materia después de que su superior jerárquico apoya públicamente los proyectos, mientras la presidenta permanece como muda testigo de la situación? ¿Qué confianza podemos tener los ciudadanos del accionar independiente de nuestras autoridades? Obviamente, ninguna. Publicado el 13-08-2007