CONTAMINACIÓN EN EL ÁRTICO.

La contaminación química del Ártico amenaza la supervivencia de muchas especies, como osos polares, ballenas blancas, focas y aves marinas, que además ahora están enfrentando un cambio climático que modificará tanto el alimento como el hábitat.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha alertado sobre las alteraciones hormonales y la pérdida del sistema inmune, como consecuencia de la presencia en el agua, de retardantes de llama, pesticidas y productos químicos fluorinados. Se ha visto por ejemplo alteraciones de las hormonas tiroídeas en osos polares, y en Canadá, los esqueletos de las ballenas blancas están tan contaminados, que se tratan como basura tóxica.
Tanto los vientos como las corrientes oceánicas, llevan hasta el ártico residuos químicos que se encuentran en pinturas, detergentes, coches y ordenadores, y se acumulan en los tejidos grasos de especies de la región.